Todos los músicos le rezamos a una misma diosa. Entrevista con Pez Kokomo

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Pez Kokomo es un proyecto nacido de una búsqueda por mezclar lo mejor de dos mundos (sí, como Hannah Montana), fusionando la vibra de la playa y la intensidad de la ciudad. Este rapero tapatío, radicado en Puerto Vallarta, encontró su groove alternando entre ambos escenarios, dando vida al concepto de “jungle punk”. Desde la primera escucha, su sonido suena como una colisión entre Tino el Pingüino y Caloncho, un cóctel que refresca y sorprende. Su primer álbum, aún en proceso de publicación, es una aventura experimental producida por Alex Romeu de Venado Meraki y un toque de Juan Gerardo Castillo de Marte. Pez busca crear algo único, alejado de los caminos trillados. “Creo que el proyecto busca encontrar una esencia nueva, algo que no suene a lo que ya se está haciendo en muchos lados. A veces eso es un riesgo porque no hay un camino bien definido, pero creo que lo hemos hecho muy bien con todas las canciones que hemos sacado hasta ahorita”, dice con la seguridad de quien sabe que está en algo grande. En esta mini sección rumbo al festival Atardecer, Roxyto Studio nos abrió sus puertas nuevamente para conversar con el segundo artista del line up.

En esta búsqueda por buscar mezclar lo urbano y lo playero, ¿Tienes artistas que te hayan servido de referencia o inspiración?

Depende de la canción, porque cada una ha tenido su propia esencia. Pero yo creo que Gorillaz y Red Hot Chili Peppers, también me gusta mucho Álvaro Díaz y Rawayana, intento mezclar mucho de ellos, pero sobre todo Gorillaz, que no tienen un género establecido y siento que al final lo que estoy haciendo como músico es un poquito similar, en realidad solo estoy desenterrando algo que ya existe, no es algo que yo invento, sino que simplemente empiezo a escarbar y verle una forma. Y cuando te empiezas a juntar con otras personas de alguna manera le empiezan a ver otra forma, entonces puedes sacar algo completamente diferente, el proceso ha sido como un juego, más que nada.

Y en este tema de la dualidad, que tanto tratas en tus canciones, ¿También los vives más allá de la música, en tu vida diaria?

Totalmente, siento que vivimos en un mundo de dualidades en el que queremos evitar salir de ellas y darnos cuenta que todo es una una sola cosa, pero al final somos víctimas de esa dualidad. Juego mucho con las dualidades, porque también hay mucho en las canciones que es un poquito más para divertirse, temas más superficiales y no tan profundas, pero a la vez también me intento ir al otro lado, que es hacer cosas más profundas, estar jugando con esas dos cosas, lo serio y lo divertido. Obviamente también está esa esencia del concreto y la naturaleza, estarnos saliendo de la ciudad, e ir a la playa. Me gusta mucho jugar con esos dos ejes.

¿No es complicado mantener coherente este proceso de las dualidades en las canciones?

Pues vuelvo lo mismo, no es complicado porque al final creo que toda composición debe de servir a la canción. Al final queda impresa la esencia, he consumido mucha música desde chico, entonces siento que de alguna manera puedo escuchar la música dentro de mí cuando estoy haciendo la canción, empiezo a imaginarme lo que sigue y lo voy desarrollando. Al final es donde me doy cuenta que es algo completamente ajeno de mi las canciones que hago, no es algo que yo diga “voy a inventar esto”, sino que simplemente empiezo a ver qué es lo que se siente bien y empiezo a darme cuenta que empieza a cobrar vida propia, empiezo a encontrar la esencia de la canción en sí.


¿Tienes alguna anécdota interesante detrás de alguna de tus canciones?
Muchas, por ejemplo “Hamaca” fue la primer canción que hice, después de un año de estar trabajando para ver con qué salía, y a partir de “Hamaca” fue todo una aventura grabar los videoclips. Grabamos en una casa en medio de la nada entre puras bananeras. Y fue impresionante porque empezaron a llegar chivos y puercos, había cocodrilos, luego nos despertó una avioneta que sobrevoló mientras dormíamos. La primera escena con la que abrí toda mi videografía musical fue cuando me raparon durante el vídeo, fue como iniciar una nueva etapa, y mientras me estaban rapando llegaron cabras y la cabra macho del rebaño se puso al lado de mí y estuvo como presente ahí mientras me rapaban, han sido momentos mágicos, es donde te das cuenta que todo fluye como tiene que fluir.


Cambiando de tema, ¿El nombre de Pez Kokomo tiene alguna relación con la canción de los Beach Boys?
Sí, sí la tiene que ver, sobre todo por esta playa mítica, yo también tengo un grupo amigos con los que surfeo y todo ha sido ir a dar vueltas por playas virgen, y encuentro una conexión y un rollo espiritual con esas playas donde no hay nadie. Y pues yo soy bien “beach boy”, \al final soy un wey que le mama la playa.


¿Y has llegado a coverear la canción?
No, pura referencia, se me hace bonito nombre.


¿Si te toparas a los Beach Boys que crees que les dirías por tanta inspiración?
Pues que chidos por tanta música (risas), o sea, siento que todos los artistas que escucho son los que traen inspiración, al final lo que están haciendo es darte una vibra en una canción para que la puedas sentir donde quieras. Y siento que de eso se trata la música, de compartir vibras todos juntos.


¿Dirías que la música es tu Kokomo personal?
Simón, siento que todos los músicos le rezamos una misma diosa que la música, es conectar con ella y una vez que conectas con ella es entender cómo compartir esa música con la gente y que la gente sienta eso. El show en vivo se vuelve una experiencia completamente diferente a lo que es hacer música, porque una cosa es ponerte a componer y otra es llegar a compartirla con la gente y sentir esa energía de la gente absorbiéndola y mandándote la energía amplificada de vuelta, se hace como un ciclo energético.


¿Y si notas alguna diferencia entre el público de Guadalajara y Vallarta?
Creo que cada público tiene su propia esencia, y cada una es muy única. Nunca he tocado en Puerto Vallarta, pero me lo puedo imaginar, pero en Ciudad de México y Guadalajara sí, y sentí la diferencia de públicos, siento que Ciudad de México empieza siendo un poquito difícil ganartelos, pero una vez que te los ganas es increíble la interacción y lo amables que son de ayudarte con el show y aquí Guadalajara la gente siempre está buscando algo nuevo, entonces al escuchar algo nuevo también ponen mucha atención a lo que está sonando.

La escena festivalera en Guadalajara no está pasando por un buen momento, pero eso fue un área de oportunidad que vieron las promotoras pequeñas e independientes para incursionar en este mundo y trajo como resultado festivales como Atardecer y otros que hemos visto a lo lago del año ¿Tú cómo ves esto?
Me gusta mucho que esté habiendo una apuesta por el talento local. Está padrísimo que todos son colegas y que haya una apuesta por promover el talento local, que es lo que se necesita en Guadalajara. Hace falta que reviva la escena, que la gente se de cuenta que hay artistas que estamos haciendo música, que estamos haciendo propuesta, porque creo que hay mucha propuesta aquí en Guadalajara,
y Guadalajara también tiene su sonido propio. Muchos artistas que ahorita se escuchan en todo México, pues vienen de aquí. Entonces, creo que es un honor ser parte de un festival que está queriendo revivir toda la escena de Guadalajara y promoviendo el talento local.

¿Hay algún adelanto que le puedas dar al público sobre lo que pueden esperar de tu set?
Yo creo que mucha energía, lo que más me gusta de mi set es la energía, sentirla, proyectarla y recibirla de vuelta. Estar alimentando a la gente y la gente alimentándome de esa energía para todos ser un solo show. No creo que el show empieza en el escenario, sino que el show es en realidad toda la gente interactuando con el artista y el artista con la gente. Es lo que más emocionado me tiene, poder hacer ese contacto con la gente y hacer una unión inexistente, compartir una misma vibra.

¿Y después de Atardecer qué es lo que vendría para Pez Kokomo?
Después de Atardecer, se viene una canción en un mes que se llama Mala mía y en dos más, se viene todo el álbum. Y una vez que termina de salir en octubre el álbum el plan es ya por fin hacer show en vivo de Pez Kokomo. Ese es el plan ahorita.

¿Hay algo más que te gustaría compartir con los lectores?
A la gente que va a venir a Atardecer agradezco mucho el apoyo. Creo que la escena en Guadalajara no existe sin la gente y hay gente que está curiosa de ver qué es el arte que se está haciendo en Guadalajara. Entonces, los artistas siempre agradeeceremos el apoyo que recibimos de la gente que quiere descubrir lo nuevo.

Pez Kokomo será uno de los artistas que veremos en Atardecer el próximo 4 de agosto en Cuerda Cultura, los boletos ya se encuentran disponibles vía Boletia.

Si quieres conocer más del proyecto de Pez Kokomo lo puedes hacer en sus redes sociales y spotify.

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