“No es negocio tener una banda de rock”, entrevista con Ray Coyote

La primera vez que escuché sobre los Ray Coyote fue en 2016, estaba con mis amigos del ITESO, poco después de semana santa. Alguna conversación sobre música que ahora ya no recuerdo me llevó tirar mi clásico sermón de lo poco que los tapatíos valoran a sus artistas locales y de que no saben el privilegio que es tener bandas con propuestas originales, seguido por mi lamentación de vivir en un pueblo en donde hay cerca de ocho bandas de tributo a los Killers —todas con los mismos miembros rotándose entre sí— y decenas de grupos de covers que de “Música ligera” y “Lamento boliviano” no salen.

-Ya hasta me sé de memoria el repertorio de Coyote Savage wey, cada sábado es el mismo desde hace años
– ¿Ray Coyote que no son de aquí? ¿Han tocado en San Juan?
– Coyote Savage, no sé quienes sean Ray Coyote
– Ray Coyote wey, la banda favorita de la chaviza tapatía, el otro día Valeria traía una playera de ellos en clase
– No tengo idea de quienes sean

Después de un rato cambiamos de tema y ahí murió todo con los Ray. 

Dos años después, cuando comencé a asistir a los toquines que se hacían en el extinto hotel Aloft, volvió mi obsesión por conocer artistas locales y decidí ver quiénes eran los dichosos Ray Coyote. Lo primero que me sorprendió fue su logo, pues lo había visto cientos de veces en playeras, tatuajes, graffitis y hasta en joyería, acompañado por un culto que no le he visto a ningún otro artista del país, sea underground o mainstream. Tengo desde entonces siguiendo su carrera.

Dicho logo consiste en una serpiente de cascabel, -la mayoría de las veces en color rojo -enroscada en una especie de espiral que nos recuerda al “Nudo Infinito” del budismo, o visto desde más lejos parece una sucesión del símbolo infinito en sí mismo.  

Ray Coyote se catalogan a sí mismos como “Rock, a secas” sin embargo tienen ciertos sonidos que los acercan al hard rock, space rock y rock psicodélico, además cuentan con ciertos elementos que los hacen ser incluidos en el movimiento conocido informalmente como “rock mágico”; como sucede al igual que en el “rock urbano” chilango, el “rock mágico” tapatío no es un subgénero en sí mismo, si no un conjunto de subgéneros en el que se incluyen artistas tanto de rock, como indie, metal, pop e incluso música experimental, caracterizado por letras cargadas con temáticas relacionadas al esoterismo, nacionalismo, cosmovisión prehispánica, ciencia ficción, leyendas y mitos de distintas partes del mundo, astrología y obviamente magia. 

En el caso de Ray Coyote la firma de sus canciones nace desde los títulos mismos en los que vemos nombres como “Lazio Mandarín”, “Síndrome de Esta Calma”, “R Derrumbe”, “El Mato a un DJ Masterizado”, “OB-1 de Orión” o “Legalisten” por citar algunos ejemplos, podemos notar tanto referencias a la cultura pop, así como ingeniosos juegos de palabras; las letras que siguen el mismo patrón, samurais, constelaciones, marihuana y obviamente serpientes son cosas que se mencionan en más de uno de sus temas, aunque también podemos encontrar discursos progresistas, por ejemplo en  “Lazio Mandarín” y “Ponle Respeto”.  

Su discografía la componen los EPs Ray coyote I, Canis latrans, Muta padre, W.E.(F.A.) vols. 1, 2, 4 y ?, así como los álbumes Colmillo, Yhwhmusray y Work ethic. Las portadas de cada álbum y de cada EP son una pieza de arte en sí mismas, en ellas podemos ver elementos que van desde los kitsch y lo surrealista, hasta lo barroco e incluso por algunos momentos nos rememoran a las cubiertas de las historietas pulp de inicios del siglo pasado, parte del encanto se debe a que cada vez que las miras terminas descubriendo detalles nuevos que jamás habías notado las veces anteriores. 

No se consideran a sí mismos una “banda de videoclips”, sin embargo, actualmente cuentan con unos cuantos en su filmografía, de los cuales dos son narrativos” “El Silencio” y “555”, este último filmado en Nayarit por el estudio Neurotik y dónde podemos ver por primera vez el universo de la banda con mayor detalle, la chica que protagoniza el vídeo es “Furiosa”, un personaje que se menciona por primera vez en la canción del mismo nombre y que más adelante vuelve a aparecer en la portada del Work Ethic.  

La formación de esta banda tapatía está compuesta actualmente por Pablo Barba (voz), Julio Gil (bajo), Ricardo Sahagún (guitarra), Luis Adrián Romero (guitarra) y Daniel Sahagún (batería). A mediados de septiembre cumplieron una década de existencia y lo celebraron a lo grande, presentando en C3 Stage su trabajo más reciente: Work Ethic, considerado por ellos mismos como “el techo del DIY (Do It Yourself) y la música independiente”, en el show también tuvieron de invitados a todos los artistas con los que colaboraron en la grabación del álbum. 

Después del show me prometieron una entrevista en la que compartirían un poco de su trayectoria y de su visión del panorama musical de la ciudad.

La cita fue unas semanas después, en su estudio. Al llegar a la ubicación que me habían pasado creí estar perdido, pues ahí había una mueblería. “¿Estará al fondo su estudio?”, pensé, no sería la primera vez que me topo con alguna banda que tiene su estudio de grabación en el lugar más surrealista posible. Al caminar un poco más di con una puerta que tenía su inconfundible serpiente. No necesité más para saber que ese era el lugar. Al subir a la segunda planta me topé con dos estudios, en el primero se escuchaba una batería, de la que destacaban los bombos, mientras que en el segundo había unos screamos pop punk. Más tarde descubriría que la banda que se encontraba grabando era Almost Done en compañía de San Venus, para la canción “Aún No Me Suelta”.

Pablo salió del segundo estudio para recibirme y comenzar la entrevista, los demás miembros se encontraban ocupados dentro del estudio, aunque minutos después se nos unió Ricardo como oyente. 

¿Podrías contar un poco sobre Ray Coyote? 
Ray Coyote es una banda que surge en 2012, que ha sacado alrededor de 62 canciones, tres álbumes y siete EPs. Tocamos rock n roll heavy, en su mayoría, pero también con toques punk, pop y metal. Es un proyecto 100% tapatío, y nada, nos debemos a nuestros fans (risas). 

¿Empezaron haciendo su propia música o con covers? 
No, empezamos haciendo canciones propias. 

¿Todos tenían experiencia cuando empezaron? 
Experiencia amateur, no fue la primera banda de nadie. 

¿Y cuentan con experiencia académica? 
Sí, hay tres que estuvieron en la universidad de música y dos que somos melómanos. 

¿Siguen con la misma formación o ha cambiado con el tiempo? 
No ha cambiado mucho, pero sí lo ha hecho. De los originales quedamos dos, pero en realidad Ray Coyote no es el nombre de sus integrantes, es la serpiente y el amor de la gente por este proyecto. Los integrantes pueden cambiar, pero Ray Coyote va a seguir siempre. 

Y Entre los artistas referentes de la banda, ¿hay algún artista local? 
La Revo: La Revolución de Emiliano Zapata. No solamente nos marca un estándar en el estilo, también nos abrió las puertas de su casa para hacer nuestras primeras grabaciones. Todas nuestras grabaciones han tenido algo que ver con Zapata Studio, que es de Javis, el líder de La Revo. Disidente también nos gusta mucho, y Cuca, que tuvimos la oportunidad de abrir un evento suyo, lo que sin duda marcó la historia de la banda. 

Esta es una teoría que me había hecho yo, pero cuando llegué a Guadalajara Porter recién había sacado Moctezum… 
Moctezuma es uno de los mejores discos que ha dado esta ciudad, sin duda, pero no, no es influencia de Ray, para nada.

Había notado que tenían un concepto similar…luego estaban estas bandas… Dolphant, Baltazar y demás, que no sé si aún sigan activos
Dolphant me parece que se parecen un poco más a nosotros pero Baltazar no, ni Porter. 

¿Y cómo ven la escena musical actual en Guadalajara? 
Está encendida. Están saliendo muchos artistas con nuevas maneras de entender este arte. Creo que está en su mejor momento y con más propuestas que nunca. La pandemia fue una incubadora de artistas muy pasada de lanza y tenemos la suerte de poder convivir y ser amigos de estos proyectos que la rompen: CKovi, Masta Roi, George Rhoads, Blnko, San Venus, Almost Done son algunos de los exponentes de esta nueva oleada. También están artistas como el Proux, que es productor, Amorfo, el Mapache, Hill Kid, que son los músicos de CKovi. Están en otro nivel para tener tan corta edad, eso es realmente esperanzador. 

(Cómo dato curioso durante la pandemia la venta de instrumentos musicales se disparó – una reacción natural de la gente al buscar un modo de mantenerse ocupados- , lo cuál parece ir de la mano con el nacimiento de tantos nuevos talentos, la propia CKovi en otra entrevista me dijo que inició en la música ya que el encierro le hizo buscar un modo de “Sacar todo lo que llevaba dentro”).

Volviendo a Ray, ¿cómo nació el concepto que manejan? 
Sobre la marcha, es una historia que nadie se sentó a escribir. Conforme pasaba el tiempo se generó esta narrativa ficticia de un universo de Ray Coyote en donde Satanás ya le pidió perdón al diablo (risas). 

¿La serpiente tiene algo que ver con esto que dices de Satanás?  
No, la serpiente la hizo Christian Poiré, que es uno de los mejores artistas que ha dado esta tierra, y también ha aumentado su significado y su relación con lo que hacemos. Al principio fue una simple serpiente en forma de espiral y ahora te puedo decir que es todo un movimiento que representa a mucha gente. Va más por el lado de los valores: representa el respeto, la igualdad, las buenas intenciones, buenas vibras, buenas acciones, el amor por la familia, el respeto por la tierra… nada que ver con Satanás; yo soy anti satánico.  

(Christian Poiré es un tatuador y artista plástico tapatío, quien también ha diseñado todos los carteles y carátulas de los discos de la banda, además de Ray Coyote, otras de las bandas con las que ha trabajado son Siddhartha, Real Albatros y Porter) 

¿Sobre la marcha, entonces? 
Claro. Cuando empezamos lo único que queríamos era tocar, hoy no, por ejemplo, si se trata de tocar en un lugar irrespetuoso o discriminatorio prefiero no tocar. Prefiero no tocar que compartir escenario con una banda que falta al respeto o que trae un discurso anticuado. Antes no me hubiera importado nada, yo sólo quería tocar, ahora sí me gusta que sea en un ambiente 100% respetuoso. 

¿Y ya se han echado para atrás por algo como eso?  
Nos ha tocado algún accidente social, por ejemplo, en una ocasión en una tocada un vagabundo se metió y agredió a una de las personas que estaba dentro y hubo un buen caos, pero aprendimos de nuestros errores, en realidad nuestro camino de respeto ha sido bastante fuerte y súper bien correspondido por la gente, se ha dado de forma muy natural. Si nuestra banda hiciera daño ya la hubiéramos terminado, si en nuestros conciertos la gente saliera lastimada, con el oído o la moral lastimada, o si alguien saliera ofendido de nuestros conciertos, hubiéramos terminado con la banda hace mucho tiempo. 

¿En los diez años que lleva la banda hubo algún momento en que Ray estuviera en peligro de desaparecer?  
Sí, cuando se dio el primer cambio de alineación. Habíamos dejado la vara muy alta con el primer disco y teníamos que superarlo y acoplar una nueva alineación. Fue un reto, sin duda, pero nos hizo más fuertes, nos hizo sacar un segundo disco que en mi forma de ver superó al primero, en ese momento sabíamos que no va a haber nada que pueda con Ray. 

¿Ha cambiado mucho el panorama en la ciudad desde que comenzaron a tocar?  
En la ciudad no tanto, pero sí en el mundo entero. Cuando nosotros empezamos no existían Spotify ni Instagram, mucho menos las historias. No existían los lives, los reels, no podías tomar video, así como si nada en tu celular y acceder a un estudio no era tan sencillo como ahora, que cualquier persona con una laptop puede descargar un dow y hacer su propia música. Eso es lo que yo siento que cambió. 

¿Fuera de las redes sociales consideras que todo sigue igual? 
En cuestión de apoyo, sí. No es un negocio tener una banda de rock, es un estilo de vida, una pasión; lo puedes lograr si te gusta más que nada en el mundo, pero eso no te va a regresar nada, al menos no económicamente. Los medios grandes nunca se han preocupado por apoyar a los artistas de Guadalajara; sí nos han puesto en la radio, si nos han invitado a tocadas, pero en realidad sería una ofensa decir que eso es apoyo, la única excepción sería Azael López, en su programa Zoom en radio UDG, que si nos ha dado apoyo de verdad. 

De chico me enojaba porque no nos ponían en la radio, porque no nos apoyaban, ahorita no, ya entendí que no tienen ninguna obligación de hacerlo, PERO, con toda la tranquilidad del mundo te puedo decir que no existe apoyo para los jóvenes que piensan dedicarse a esto, creo que es “información que cura” saber que nadie los va a venir a apoyar y está mal que piensen que alguien va a venir a apoyarlos, esto es una guerra y hay que salir a pelear con el cuchillo entre los dientes. 

¿Y cuentan con estrategias de marketing y publicidad propias? 
Sí, de manera independiente hacemos lo que se nos va ocurriendo, intentamos ser creativos, pero no tenemos una estrategia tal cual. Tratamos a la música como lo que es: un arte. Aquí se habla mucho de producto “Tu producto, tu producto…”, pero yo no tengo un producto, yo no vendo ningún producto, yo no vendo ravioles, yo toco música, esto es música de verdad. Estoy en contra de que se tilde a la música como un producto, o del show business, pero business ¿para quién? Los artistas le estamos perreando todos. 

¿Y cómo es el proceso creativo? ¿Cómo surge la inspiración artística? 
No lo sé… cada canción es diferente, cada una te pide diferentes cosas. Es estar muy abierto. Al cantar en español tienes que ser muy ágil mentalmente, muy pícaro para hacer realmente algo distinto. Nuestra música está inspirada en un mundo de fantasía, realmente es una narrativa de ficción, tenemos nuestro propio mundo y hablamos de él. 

¿Los discos tienen continuidad? 
(Tanto Pablo como Ricardo asienten con la cabeza). —Sí, tienen puertas que se unen entre sí, portales. 

¿Todos los miembros escriben letras? 
No, sólo yo —responde Pablo, igual si a alguien no le gusta algo me lo puede decir, no es que esté cerrado. 

¿Y al grabar los videos dejan que el equipo se encargue de todo o ustedes hacen la propuesta? 
Igual que las canciones, cada video es diferente, ha habido videos en los que estamos muy metidos y otros en los que le hemos dado confianza total a los productores. Es un arte completamente distinto, igual que las portadas, siento que hay que darle la confianza al otro artista para colaborar, si no le vas a dar la confianza a un artista pues no colabores. 

Más allá de la música, ¿se encuentran involucrados en alguna causa? 
Sí, estamos comprometidos con una asociación que se llama Ojos de la Sierra, que apoya a la sierra Huichol. Hemos colaborado con ellos a lo largo de toda nuestra carrera; justo estamos planeando algo muy lindo que todavía no puedo contar. Sí tenemos ese compromiso, no solamente dejar un archivo artístico, sino una huella en el enfoque que pueden tener las bandas tapatías. 

(Días después de que se realizó la entrevista, durante su presentación en el festival RockXLaVida, finalmente se reveló de que hablaba la banda, se trata de un evento en el Teatro Diana el próximo 23 de marzo de 2023, el cual también lleva el nombre de Ojos de la Sierra)  

¿Guadalajara ha contribuido a la formación de la identidad de Ray Coyote? 

Claro, estamos súper orgullosos de ser de aquí, es una ciudad muy linda y tenemos que seguir luchando por que Guadalajara sea una ciudad llena de paz. En México y en todo el mundo la violencia ha subido mucho. Yo creo que Guadalajara tiene que volver a ser una ciudad pacífica y es responsabilidad de los artistas locales proclamar y declarar nuestro amor por esta ciudad para que siga siendo una ciudad de gente buena. 

¿Qué planes tienen a largo y corto plazo? 
Seguir tocando durante un largo rato este disco de 23 canciones que hicimos, un par de años más como mínimo; seguir acercándonos a nuestra comunidad y hacerla crecer; tocar en Sudamérica, intentar producir un vinilo y seguir creciendo como proyecto. (Después de terminar la entrevista también comentaron que buscaban hacer una gira por todos los municipios de Jalisco, Ciudad Guzmán fue el más reciente que tuvo la dicha de recibirlos).

¿Algo más que les gustaría añadir para cerrar la entrevista? 
Pensando que esto lo va a leer gente joven, decirles que la vida adulta es una jungla donde tienes que sacar los dientes para conseguir lo tuyo, no te va a caer ayuda celestial, nadie va a venir a empujarte a dar un solo paso por tus sueños. Un trabajo de oficina siempre lo vas a encontrar, sobre todo los que están estudiando, pero hacer lo que los hace felices es muy difícil, pero que vale 100% la pena. Si tienen algo que amen, algo que les llene el corazón y los haga sentir vivos no se pueden permitir rendirse. 

No se pongan la vara tan alta: si tomas fotos, no te esperes a tener la cámara más chingona; si tocas guitarra, no te esperes a tener el amplificador más chingón. Toma fotos con lo que tengas, toca la guitarra que haya. A donde quiero llegar es que tengan cuidado con los obstáculos que hay en el arte, porque de los obstáculos que hay, el 80% están adentro de uno, el otro 20% siempre va a estar. Esto es una cuestión de pasión y de hacerlo con amor y por amor, todo lo demás se va dando. 

Al terminar la entrevista pasamos al estudio. Luis, otro de los guitarristas, estaba terminando de grabar para Almost Done, el mismo screamo que escuché desde que llegué. 

En el estudio, como era de esperarse, estaba la serpiente por todos lados, además de muchos objetos que llamaron mi atención: destacaba sobre la mesa de la computadora un premio Minerva de la edición 2021, concedido por la categoría “Mejor banda de rock alternativo”; en la pared frontal un retrato del equipo de futbol Ray Coyote, que juega todos los lunes; un póster promocional de “555” y otro más de The Mars Volta, además de banderas de distintos países y movimientos sociales. 

Tenía intenciones de tomar algunas fotos del ensayo del grupo, pero para mí mala suerte tuve que descartar esa idea, ya que no estaba la banda completa presente y se canceló; Pablo, Ricardo y Wicho (Luis) son quienes me apoyaron, posando para mí con unas banderas de Puerto Rico y Venezuela, siendo la primera descartada tras unos segundos y quedándonos solo con la segunda.

 – ¿Hay algún porque de la bandera de Venezuela?, pregunté
– Pues nomás para que puedas presumir que tienes una foto de Ray Coyote que nadie más tiene, me respondió Pablo

Acabando todo la banda siguió en sus asuntos, pláticas sobre las bandas de Maynard James (Tool y Puscifer) y sobre fútbol eran las que más destacaban, incluso en algún momento mencionaron a la banda local Pressive, no presté atención a lo que dijeron, así que ignoro si el comentario tenía alguna relación con la canción “Realidad”, que vería la luz semanas después. Luego de un rato más con la banda me despedí, dando por terminada mi visita a la casa de la serpiente.

Ray Coyote es uno de los proyectos musicales más interesantes que se ha visto en los últimos años y ya tiene su lugar ganado en la historia tapatía, su discografía es la prueba más tangible.  Más allá de la música, con un poco de suerte y considerando el culto que los respalda, la serpiente en espiral probablemente se terminará convirtiendo en una marca de ropa exitosa, igual que le pasó a Nirvana, Misfits o Ramones. 

(Esta entrevista fue realizada originalmente en septiembre de 2022, para ser publicada en Cruce ITESO, como parte de un proyecto de aplicación profesional, sin embargo nunca se publicó, por lo que se buscó un medio alternativo y que no quedara perdida)

(Todas las fotos utilizadas son de mi autoría [Alex Legba])