“Los Espíritus: Alquimistas del sonido convocan a Guadalajara”

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“Los Espíritus: Alquimistas del sonido convocan a Guadalajara”

La noche del sábado 27 de julio, el Foro C4 de Guadalajara se convertirá en un crisol de almas y sonidos, cuando Los Espíritus, esos magos errantes del rock argentino, desplieguen su hechizo musical sobre la ciudad. Como si fueran convocados por un antiguo ritual tapatío, estos trovadores del barrio La Paternal traerán consigo un elixir sonoro capaz de transmutar el aire en oro auditivo. Forjados en el crisol cultural de Buenos Aires en 2010, Los Espíritus emergieron de las entrañas de una ciudad donde el tango susurra en las esquinas y el rock ruge en las avenidas. Maxi Prietto, con su voz que oscila entre la caricia y el aullido, lidera esta cofradía de alquimistas sonoros. Pipe Correa, guardián del ritmo, hace de su batería un péndulo que marca el paso entre dimensiones, Martín Ferbat, con su bajo, teje la urdimbre sobre la que danzan las melodías. Miguel Mactas, invoca atmósferas que fluctúan entre lo onírico y lo tangible.

Su música es un brebaje embriagador que fusiona la psicodelia del rock con la tierra del folklore y la sal del blues. Sus grimosónicos —sus álbumes de estudio— narran su periplo desde las calles porteñas hasta los confines del universo musical. Cada disco es un portal: desde el autotitulado “Los Espíritus” (2013), que fue su génesis, hasta su más reciente creación “La montaña” (2023), donde hierven sus más recientes conjuros melódicos. En el escenario, Los Espíritus son chamanes del siglo XXI. Sus guitarras zumban como colibríes embriagados de éter, la percusión resuena como el latido de un corazón cósmico, y las letras se elevan cual mantras que desafían la gravedad de lo cotidiano. Cada canción es un viaje astral, una odisea que transita por galaxias de éxtasis y nebulosas de melancolía.

El Foro C4 se transformará en un templo donde los asistentes serán tanto feligreses como oficiantes. Las notas musicales, convertidas en incienso sónico, se elevarán hacia un cielo de amplificadores y luces. Los Espíritus no solo interpretarán canciones; invocarán visiones, materializarán recuerdos y pintarán el futuro con acordes de ensueño. Guadalajara, prepárate para una ceremonia donde la música disolverá las fronteras entre lo real y lo imaginario. Los Espíritus vienen a recordarnos que, en el gran concierto del universo, todos somos instrumentos y melodías a la vez. Cuando el último acorde se desvanezca en la noche tapatía, los asistentes emergerán transformados, llevando consigo ecos de una sinfonía que resuena en el alma de la ciudad misma.

Esta noche promete ser más que un concierto; será una comunión cósmica, un ritual de renovación a través del poder alquímico del rock. Los Espíritus nos invitan a este sabbath musical, donde cada nota es una llave y cada canción, un portal hacia lo sublime.

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