La Arena VFG, en compañía de su valle son el mejor recinto de la ciudad, en el peor lugar posible: lejos de todo lugar civilizado, en zona de tráfico pesado y con pocos carriles, que entorpecen aún más la llegada y el regreso; cuando se trata de artistas internacionales de renombre, es el único foro en toda la ZMG que cumple con todo lo necesario para poder abarcar conciertos de gran magnitud, gracias a eso el público jamás le pone peros para asistir a los eventos, sin importar la distancia, además de que incluso en sus peores zonas tiene mejor vista que el Telmex o cualquier estadio.
Después de una odisea que incluyó un traslado a pie, tren ligero, macro, uber y otro pedazo más a pie (que era mucho más ágil que esperar a que el uber entrara) finalmente llegamos a la VFG, tras casi dos horas tratando de rebasar trailers de doble remolque y el clásico embotellamiento que se hace en el retorno de afuera de la arena, iba preocupado de llegar tarde al concierto de C. Tangana, uno de los más esperados del año, siendo el 12 de noviembre uno de los días en que la ciudad tenía más ofertas de entretenimiento fue díficil irme por una, pero decidí jugar a la segura y me fui por Puchito, si tocaba suerte chance y podría asistir al segundo día del Tattoo MusicMx (bad ending: no fui, perdón Dharius, perdón Thell Barrio).
Las horas previas
En el camino a la arena se escuchaba música de banda, que en cualquier otro momento de la carrera del artista hubiera sonado desconcertante, más no en la actualidad; cómo sea, nos dimos cuenta que venía de unas caballerizas donde se encontraban unos peones cuidando los caballos de don Chente, “Tómales unas fotos chingonas y mándaselas a sus hijos a ver si te convierten en el fotógrafo oficial de la familia” me dijo Sebas.
Aunque no le respondí nada a Sebas no me parecía mala idea, hace tiempo que me siento tentado a buscar hacer dinero como fotógrafo y videógrafo para bandas buchonas y artistas de regional mexicano en general, porque cómo dijo el Wicho Vaca: “No hay dinero en el rock, siempre pagan con alcohol”.
En ese momento mi mayor preocupación era que ya fuéramos tarde, el concierto comenzaba a las 21:00 y ya pasaban, afortunadamente no hubo mayores contratiempos, ahora solo quedaba esperar que nos concedieran la entrada. Adentro de la arena ya se podían escuchar gritos de la gente, que hacían notar su impaciencia por el evento, “¿Porqué habrá tanto cagadero?”, preguntaba un sujeto parado a un lado mío, “Es C. Tangana wey, qué esperabas”- le respondió su amigo.
Música de banda, salsa, pasodobles y otros ritmos latinos y españoles se escuchaban dentro cada vez que los gritos se calmaban, que de fondo tuvieran esa música y no rap o trap era muestra de cómo ha madurado el artista y cambiado la percepción que el público tiene sobre él desde que sacó “El Madrileño”, esos días de “Alligators” y “Booty” o sus beefs con Kidd Keo y los Chikos del Maíz ya quedaron muy atrás. La madurez también se podía percibir en el show, pasar de llenar el modesto C3 en 2017 a la arena VFG en apenas cinco años es un salto gigantesco que la mayoría de los artistas de cualquier género ya quisieran lograr.
Mientras seguía esperando a poder entrar me decidí sentar en el pasto a hacer tiempo, viendo pasar a la gente me percaté de la gran variedad que había entre la asistencia, por una lado tenías cholos, con sus camisas de franela oversize y sus gorras de la NBA, hablando de dónde sacar un conecte de un gallo, por el otro tenías whitexicans, contando sobre su regreso de su reciente viaje a Perú a la primera o de sus múltiples cursos simultáneos de fotografía, bordado, tatuaje, repostería, etc la segunda (vamos que tenía mucho tiempo libre y no sabía en que gastar el dinero de sus papás), todo esto con su clásica voz ronca (¿Porqué todas las morras fresas hablan como si hubieran empezado a fumar desde los cuatro años?). Esos contrastes de público variado es una de las cosas que más me gustan de Guadalajara, y que pocas veces se ven en otras partes del país.
Por los acentos también podíamos notar a personas del norte de México e incluso de España, a quienes las vacaciones o el intercambio les permitieron poder asistir a ver a su paisano en tierras extranjeras.
Para eso de las 21:30 vinieron a darnos la buena nueva de que prensa ya podíamos pasar, noté que éramos muy pocos fotógrafos, en comparación a lo que toca ver habitualmente, al tanteo le cálculo que tan solo éramos unos nueve, y un trío de humanos con delirios de influencer que nomás iban a presumir que se pararon tres canciones junto al escenario, en la prensa musical hay mediocridad al por mayor, y gente como ellos solo lo empeora, estorbando y ocupando espacios que bien le podrían haber sido dados a verdaderos profesionales del medio, o mínimo a gente busca tomarse enserio la profesión y ganarse un lugar.
Cuando cae el telón
A las 21:40 la pantalla, dónde se leía el título “Sin Cantar Ni Afinar” se apagó y comenzó a sonar música de orquesta, segundos después cayó el telón, una escenografía de una bar, con aire de estar ambientada en la España de mediados del siglo XX nos recibió, con C. Tangana poniéndose de pie e inaugurar el show con “Still Rapping” a modo de intro. La orquesta no estaba sampleada, si no que eran más de 30 músicos y coristas en vivo, haciéndole compañía al artista.
A posteriori tuvimos “Te Olvidaste”, al terminar se acercó a barra dónde le pidió un trago al bartender para brindar, por sorpresa el cantante mexicano Carin León apareció en escena para brindar junto al artista español y comenzar a cantar CAMBIA!, el músico que tocaba la tuba se paró de su asiento para acompañar a ambos hasta pasarela dónde se pusieron a corear la canción junto con el público.
Si bien la mayoría de las canciones que se presentaron a lo largo de la noche formaban parte del álbum “El Madrileño”, no se olvidó de las canciones que caracterizaron su carrera temprana como “Me Maten”, “Llorando en la Limo”, “Ateo” “Yelo” y “Tranquilisimo”.
Al terminar la interpretación de “Demasiadas Mujeres” aprovechó para hacerle un pequeño fanservice a la ciudad contando de la torta ahogada que tuvo oportunidad de probar en la tarde. De ahí continuar con las interacciones con los músicos y el mesero que iban y venían de distintos puntos del escenario a lo largo de toda la noche. Aunque el público no dejó de cantar ninguna canción probablemente la que más destacó fue Hong Kong, que encendió a la multitud desde las primeras notas.
“Llorando en la Limo” fue una de las canciones que más espere durante la noche, aunque iba mentalizado de que probablemente “El Madrileño” acapararía gran parte del show si esperaba ver más de su fase rapera, y pues ahí estaba, “mírame que mono canto llorando en la limo, aunque unas horas antes aún estuviera mendigando por quien me llevara”.
A lo largo de la noche no faltaron covers, la mayoría de ellos de canciones flamencas, pero el mejor de todos le correspondió a “Suavemente”, canción original del puertorriqueño Elvis Crespo en donde todos los músicos se unieron al canto y al baile.
Los músicos aparentemente también contaban con dotes actorales pues sabían desempeñar muy bien sus papeles e incluso le robaban protagonismo a Pucho por momentos, desde un trombonista malacopa que quería ponerse violento cuando le reclaman por su cuenta de tragos, hasta el mesero mismo, que tras tomar a una botella se le “calentó el hocico” y no paró de tomar hasta terminar noqueado al final de la presentación, así como una pareja de enamorados empedernidos que se apoderaban de la pista de baile.
Cuando el concierto parecía que oficialmente se había dado por terminado y algunos de los músicos ya iban de salida del escenario C. Tangana volvió hacia pasarela para ofrecernos “Un Veneno”, canción con la que oficialmente terminaría por cerrar el set. Tras finalizar la canción en la pantalla aparecieron los créditos a modo de película con todo el equipo involucrado, uno de los guitarristas, el último miembro en quedarse en el escenario iba saliendo, cargando al mesero en sus hombros y lo créditos de la pantalla cerraron con una viñeta al estilo de las películas clásicas. Los aplausos del público continuaron por varios minutos más.
Puede que algunos de los músicos que acompañaban a C. Tangana fueran nuevos para el público mexicano, pero estoy seguro que muchos otros al igual que yo comenzaron a buscarlos apenas acabó el concierto, el evento y la gira en si mismos se pueden ver como una oportunidad para que artistas y ritmos españoles incursionen en Latinoamérica.
En twitter había personas diciendo que el concierto en Ciudad de México había estado increíble, yo por evitar spoilers traté de no investigar detalles, pero tras ver el concierto quedé sorprendido pues no esperaba ver tal nivel de producción. Lo más criticable del evento serían la ubicación de la pantalla principal, la cual estaba demasiado baja en mi opinión y el hecho de que los vendedores de cerveza y alimentos no aceptaran tarjeta, pero ninguna de las dos eran responsabilidad del artista ni de su equipo, así que no hay nada que criticar.
Al final del evento hubo un embotellamiento terrible que le amargó a mucha gente las ganas de llegar al after, los vendedores de mercancía pirata se acercaban de manera invasiva a los vehículos y la gente aprovechaba para regatearles, a la salida de la arena había personas que parecían esperar de un milagro para volver a casa, por mi parte el camión en el que me colé se iba alejando y con eso el concierto se daba por terminado.
Setlist:
1.- Still Rapping
2.- Te Olvidaste
3.- CAMBIA!
4.- Comerte Entera
5.- Yelo
6.- Párteme la Cara
7.- Ateo
8.- Yo Quiero Ser Matador
9.- Nominao
9.- Demasiadas Mujeres
10.- Me Maten
11.- No Estamos Locos/ Mala, Malita, Mala
12.- Ingobernable
12.- Sabor a mí
12.- Los Tontos
13.- Tranquilisimo
14.- Llorando en la Limo
15.- Muriendo de Envidia
16.- Nunca Estoy
17.- Hong Kong
18.- Antes de Morirme
19.- Tu me Dejaste de Querer
20.- Suavemente
21.- Un Veneno
No olvides seguirnos en nuestras redes sociales para estar al tanto de todo lo relacionado al mundo musical, en los próximos días podrás ver nuestra galería de fotos del evento.
Agradecimiento especial a Sebastian Orozco co autor de estas líneas para ustedes.
