El Rock por LaVida volvió por la puerta grande

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En pleno mes de la salud mental, el festival que inició a modo de campaña para la concientización y la prevención contra el suicidio acaba de cumplir sus primeros 15 años de existencia y vino a celebrar sus bodas de cristal a lo grande, y prometiendo ir por más.

Después de dos años sin saber nada del RockXLaVida la gente ya comenzaba a temerse lo peor; afortunadamente a mediados de este año sus redes sociales volvieron a dar señales de vida, lo que reavivó la esperanza, que fue creciendo en los meses posteriores conforme se fue anunciando el cartel, por partes.

Primeras horas

Por algún motivo en está ocasión decidieron que la única entrada sería la lateral, lo bueno es que el acceso fue más ágil que en años anteriores, incluso con una entrada menos, al pasar ya había gente de los equipos de patrocinadores recibiéndonos a todos y regalando analgésicos, volantes y otras cosas, así como girl scouts poniendo pulseras con un número de la línea del SALME, mientras me dejaba poner la pulsera recordé que de niño quería entrar a los Boy Scouts, pero en mi pueblo no existían, mi consuelo en la actualidad son mis amigos que si lo fueron, y me dicen que no me perdí de nada y que no se parecen en lo más mínimo a lo que vemos en las caricaturas.

Aunque la intención era seguir el festival de inicio a fin y aunque madrugué, terminé por perderme las primeras bandas; entre ellas me interesaba ver a Venado Meraki, los cuales empezaban hasta las 14:45 y para mi buena suerte alcancé a llegar justo cuando apenas los estaban seteando.

Ya había una pequeña multitud madrugadora alrededor del escenario “ElectroRock” , que en esta ocasión fue todavía más pequeño de lo que fue en ediciones anteriores. Personas con carteles y fotos de la banda estaban coreando “veeenaaado,veeenaaado,veeenaaado” con una hueva que les hacia parecer que los tenían ahí a la fuerza, como si de un mitin político se tratara. La salida de la banda al escenario hizo dar a los ánimos del público un giro de 180 grados y tras la aparición de Diego de la Garza en el violín y Alex Romeu en el banjo, los primeros en subir, los gritos finalmente se sintieron enérgicos y con vida.

El resto de los miembros del grupo salieron detrás, Diego Camacho, fue el último en aparecer, para tomar su lugar en el micrófono y abrir con “Vine A Nacer”. A la misma hora que los Meraki había otras dos bandas que me interesaba ver, estaba mentalizado a ver un pequeño fragmento del set de cada una, pero me quedé tan embelesado con la música de los Venado que no me acabe moviendo hasta que bajaron del escenario, tras cerrar su presentación con “Romperse y Bailar”. Me siento mal de perderme a las otras bandas pero no me arrepiento; aunque ya tengo tiempo escuchando a Venado Meraki es la primera vez que me toca verlos en vivo, y lo valió, aguantarse las ganas de llorar (no estoy seguro si de tristeza o de alegría) con sus canciones no es cosa fácil.

Confiado en que las bandas nunca salen a tocar a la hora exacta que marcan los horarios del flyer esperaba ver un pedazo de los otros shows, pero esta vez parece que los organizadores si se tomaron la puntualidad en serio, tan pronto como acabo Venado me fui corriendo al escenario Guanamor en la Concha Acústica para ver a Pressive, con tan mala suerte que llegué justo cuando estaban cerrando el set, ni pedo, vamos al Stage Mega a ver a los Fonemics, que también me maman y que ya tenía rato de haberles perdido el rastro, pero apenas llego y que me salen con que ya también estaban cerrando el changarro, ni siquiera alcance uno de los discos que lanzaron.

Frustrado por no haber podido ver a ninguno de los dos grupos, volví al Guanamor a ver a la Familia Alzada.

El rap invade al agua azul

Cuando se anunció que todos los raperos de Alzada Music estarían presentes en el festival se levantaron opiniones mixtas. Por un lado teníamos a los rockeros más puristas, que consideraban que unos “cholos” no tenían nada que hacer en un festival de rock, por el otro teníamos a la gente más abierta que está consciente que desde hace tiempo el rap le viene comiendo el mandado a los otros géneros musicales, y que los raperos son los nuevos rockstars. Además si somos honestos y tan puristas, tampoco tendríamos a bandas de jazz, ska y reggae en los festivales de rock.

Apenas venía regresando con la cola entre las patas de Fonemics cuando escuchó en el Guanamor Stage una voz de “muchas gracias Guadalajara, nos vemos hasta la próxima” , “no mames que ya tampoco alcancé a los Alzada” pensaba mientras me iba acercando al escenario, por suerte solo era uno de los miembros de la crew el que iba para afuera (no alcance a ubicar cual de todos), estaban saliendo de uno por uno y apenas era el turno de Yoss Bones para entrar a escena, seguida por el Neto Peña, ZxMyr y Toser One, dos canciones cada uno. A pesar del calor infernal de las 15:00, potenciado por el sartén de concreto que es la explanada de la Concha y del humo de la mota asfixiando al aire fresco, el público no se rajó, siempre de pie, coreando cada canción con las manos en el aire hasta que terminó el show.

José Macario de Parazit y Arcadia libre, ya tiene tiempo colaborando con los artistas de Alzada Music; junto a otros músicos de sesión les hacían compañía en el instrumental, eso sirvió para bajarle los humos (y no hablo de los de mota) a algunos de los rockeros que seguían inconformes, los raperos lograron adaptar sus canciones a un tono más agresivo que hizo que por algunos momentos sus canciones nos rememoraran a Molotov o incluso al Nü Metal.

Tras esto era turno de volver al ElectroRock para ver a Fanko, con el tamaño tan minúsculo del escenario no entendía cómo toda la banda sería capaz de montar su show ahí, más tarde entendería.

Para esa hora ya todo el parque estaba lleno de vida y se dificultaba el poder caminar, al no estar realmente acreditado como fotógrafo tener que tomar fotos desde tan atrás mientras todo el público levantaba los brazos y sus carteles iba ser un reto, pero nada que no haya hecho antes.

Mientras la asistencia se comenzaba a impacientar, Alejandro Tavares se presentó en el escenario para agradecerle al público por seguir el festival durante todo este tiempo, la celebración de los 15 años, un breve discurso sobre la importancia de la salud mental y asegurar que la edición del 2023 ya está en camino.

Antes de bajarse del escenario se tomó una selfie con el público para calentar motores, preguntándoles si ya estaban listos para cantar las canciones tanto nuevas como “Funky Liberation” y las clásicas como “Ambar”.

El concierto de los ex-Plastiko resultó ser muy modesto, en comparación a todo lo que ya nos tienen acostumbrados, solo se presentaron Chemín y el Tibu Santillanes, en compañía de Jaffo, con un look al que el público catalogó como de “medium”; exceptuando la voz y los vientos, el resto de los instrumentos estaban sampleados.

Aunque desde el principio ya tenían a la gente comiendo de su mano, “Karnaval” su cuarta canción del setlist fue la que encendió a todos, para entonces una vez más me encontraba en un dilema, si seguir con Fanko o moverme a ver a Vaquero Negro. Me tomó solo unos segundos decidir, a Fanko ya los he visto hasta el cansancio, con Vaquero Negro no ha habido tanta suerte, hay que variarle, ya habrá más oportunidades de corear “Changuito Reggae”. Salir fue más complicado de lo que esperaba, cuando llegué a acomodarme yo estaba hasta atrás, ahora al dar la vuelta ya había un mar de personas detrás de mí, lo bueno es que cuando dices “voy pa’fuera” nadie opone resistencia ni te tapa el paso.

Mientras me iba acercando una vez más al Mega Stage ya se escuchaba la voz de Pablo Barba de “RayCo” haciéndoles compañía en “Cuantos Dedos Ves”, tuve que empezar a correr si no me quería perder más canciones, justo se estaba armando un moshpit que ayudo a despejarme camino casi hasta adelante. Lo primero que noté al acercarme fue que el Charles estaba enmascarado, el diseño de la tapa era de color negro y tenía el logo del grupo a cada lado, parecía una amalgama entre las máscaras de Fenix, Rey Mysterio y el Pirata Morgan, no estoy seguro de si tenía la intención de que la máscara fuera alguna analogía a la lucha libre o solo era mera coincidencia y mi trauma por las luchas ya llegó lejos.

Tuchi Mudha fue la segunda invitada que la banda tuvo al escenario, quien los acompaño en una nueva versión de “Todo lo que soy”.

Si en algo son buenos Vaquero Negro es en prender a la raza, y lo demostraron mientras tocaban temas como “Quien Soy Yo”, “Nacimos Para Esto” y la canción que lleva el mismo nombre que la banda. El slam estaba a todo lo que da e incluso levantaron toda una nube de tierra mientras el grupo seguía tocando, en ese momento como me dolió no tener a quien dejarle mis cámaras encargadas y poderme meter yo también a “echar madrazos al mosh”.

Unas por otras

Desde que no he vuelto a saber nada de Dolphant ni de Baltazar, Ray Coyote es la banda local con quienes decidí “ponerles el cuerno”, tan pronto como me entero que tienen tocada ahí me tienes, obviamente su presentación en el RockXLaVida no iba ser la excepción, daba igual si ya los había visto hace apenas un mes.

Mientras la banda se preparaba para salir consideré que una cerveza sería buena opción para matar el tiempo y que la espera no me pareciera eterna… la cerveza rebajada en los conciertos nunca ha sido un secreto para nadie, pero el descaro si que es cada vez mayor, tener que pagar cien pesos por un vaso “de litro” que en realidad solo era el contenido de una lata y el resto es un chingo de hielos para intentar que “llegué al tope” si lo sentí una mentada de madre, ni en el Corona Capital que es evento whitexican hacen eso. Era tanto el hielo que el sabor de la chela se mataba por completo (como si ya de por si no fuera una estupidez echarle hielo a la cerveza), sabía como esos tequilas súper rebajados que nos daban a los niños en las fiestas de XV años, me preguntó si no habrá sido con ese plan, con eso de que esta también era una celebración de XV, aún así eso no me detuvo de llegar a comprar otras cuantas a lo largo del festival.

Volviendo a las tocadas, esta vez Ray Coyote fueron quienes se setearon a sí mismos, iban y venían del escenario para montar su propio equipo y tras tan solo unos diez minutos todo estaba listo para comenzar, entre el público podías escuchar gente tratando de saludar a los miembros de la banda. Se escuchaban gritos de “ese Wicho”, que por un momento creí que se referían al Wicho Vaca, que a lo mejor andaba por ahí, pero no, era para el guitarro de los Ray, en mi defensa, yo lo conocía como Luis a secas.

Tras unos minutos con el escenario desalojado y unos segundos de silencio pudimos escuchar el “¡1,2,3, RayCo!” que anunciaba la salida del grupo a escena y desató los gritos del público desde el primer momento. “Massvax” fue la canción que inauguró el set de la banda, seguido por un par de canciones más de su primer álbum, de las cuales tuve que conformarme con solo cantar los coros, porque “muy fan de los RayCo, pero no te sabes la letra de ni una sola rola de Colmillo”; menos mal que de lo que están en contra es de la mala vibra y la violencia y no de andar de posser.

Unos riffs de guitarra más tarde me devolvieron la esperanza de algo que desde hace rato ya creía perdido, “¿será?, ¿será?, weeeyyy, no mames, ¡¡¡sííí!!!” , Legalisten estaba en el setlist de la banda, una de sus mejores canciones y que nomás hasta el momento no me había tocado que la tocaran en vivo; “un alma por otra alma” fue tal vez el precio que pusieron por tocarla, a cambio nos quedamos sin “Lazio Mandarin”. “555” y un par de temas del “Work Ethic” fue lo que le siguió para posteriormente hacer un pequeño silencio y que Pablo nos hablara de querer invitar al escenario a uno de los músicos que más admira y respeta, algunos ya nos olíamos de quien hablaba…

Javier Martín del Campo, o “Javis”, guitarro y líder de La Revolución de Emiliano Zapata subió a escena junto con su hijo para tocar en compañía de Ray “Nasty Sex”, canción emblemática de la Revo y un himno del rock nacional en los tiempos de Avándaro. Ver cantar “Nasty Sex” de inicio a fin a una niña que estaba sobre los hombros de su papá fue lo más llamativo del performance, “Aún hay esperanzaaaa 😭🤘” diría mi tío boomer. Pablo aprovechó para darnos la sorpresa de que la banda logró dar su siguiente gran salto con una presentación el 24 de marzo de 2023 en el teatro Diana, con su proyecto llamado “Ojos de la Sierra”, proyecto con el que a banda ya lleva tiempo trabajando en compañía de la comunidad Wixarika. Y por las pocas señales que nos han dado en redes, pinta para ser un show ambicioso.

Mientras Javis se despedía de la gente junto al resto la banda a base de gritos de “La Reeeevvvoooo” Pablo aprovechó para restregarle por la espalda el escudo del Toluca del jersey que traía puesto. Solo espero que ver los resultados del partido mas tarde no le haya quitado el buen sabor de boca del concierto.

Y hablando de deportes

La REVO

Tras finalizar la presentación de Ray la gente volvió a platicar entre sí para esperar la salida de No Tiene La Vaca, unos weyes a un lado mío estaban hablando de la NFL, captaron mi atención en cuanto mencionaron a Brandon McManus, me recordaron que tenía que checar los resultados a ver si por una vez los Broncos daban una, vaya sorpresa que sí.

A los vacunos también les tocó tener que montar su propio set, los músicos del grupo iban y venían del escenario llevándose gritos y vítores del público con cada salida a escena. Rozando las 7:20 todos los miembros pasaron a tomar su lugar al escenario, recordando que ellos también estaban celebrando sus XV años, tras está declaración comenzó a sonar “Tiempo de Vals” de Chayanne y una vaca en vestido de quinceañera fue escoltada hasta el escenario, donde se revelaría Wicho Vaca como quien estaba debajo de la máscara.

Con “Porque el Amor Me Duele Tanto”, abrieron su presentación; seguida por otras como “Beto Lavaplatos”, “Te Llevaste Mi Balón” y “Por Los Guerreros”, todo esto mientras alguien más ahora bajo la máscara de la vaca repartía lechugillas y tragos de Bacardí® de cítricos entre el público. “Se Mujer” fue la última canción que presentaron antes de despedirse del público; se quedaron con ganas de un Dr. Simi pero algún admirador tuvo la osadía de lanzarles un par de calzones (eso sí, nuevos). Tampoco faltaron los fans que aprovecharon para mostrar sus tatuajes con el logo de la banda.

Como a lo largo del día, los covers no faltaron, en este caso fueron “covers de covers”, “Take On Me” cover de Reel Big Fish, que a la vez es cover de a-ha y “Bad Guy”, cover de The Interrupters, que a la vez es cover de Billie Eilish.

Antes de tocar “Todo Va Estar Bien”, Wicho aprovechó para mostrarle su agradecimiento al público por estar de vuelta tras su regreso a los escenarios, mencionando como la pandemia los tuvo que alejar temporalmente de los shows, al igual que al resto de los grupos. Aunque la pandemia ya quedó atrás cada vez que un artista en vivo la menciona genera cierta tranquilidad de estar ahí, una sensación similar a cuando te despiertas de una pesadilla.

Aunque su presentación estuvo entretenida y con buen ambiente me fue imposible no sentir cringe por los bailes de Wicho Vaca, que desgraciadamente no pararon hasta que bajaron del escenario.

Con la presentación de los bovinos finalizada volvió el dilema de si quedarme a León Benavente o ir al escenario principal a DLD, opté por la opción dos, en el camino pude ver un pequeño pedazo de la presentación de The Dears, primer banda anglosajona que se presenta en el festival.

La peor decisión de la noche

DLD nunca falta cuando las pedas se empiezan a poner sentimentales, aunque es una banda que seguido frecuenta Guadalajara y alrededores no había tenido oportunidad de verlos y tenía expectativas altas en cuanto a su show.

Poco antes de que salieran se armó una guerra de vasos y hielazos, que hizo que varias familias en el lugar se alejaran de la zona, pero incluso quienes se quedaron parecía que nunca habían ido a un concierto, o al menos eso daban a entender por sus reacciones, ya se acostumbraran. Como sea, qué ganas de poderme dar el lujo de comprar cerveza nomás para tirarla.

“Física Y Química” marcó el inicio de DLD, al ser una banda grande esperaba ver al público estallar, pero no, todos estaban apagadísimos “debe ser por tratarse de una canción nueva, no todos la conocen” era mi consuelo en ese momento; pero no “Arsénico”, “Viernes”, “Estaré”, todas tenían a la gente igual de apática, además de que la voz de Paco en vivo no sonaba tan imponente y quedaba opacada por los instrumentos, ni siquiera su discurso de haber estado en el segundo RockXLaVida o la compañía de Galo Ochoa sirvió de algo para animar al público.

Para cuando la banda iba cerrar ocurrió algo predecible pero no por eso menos decepcionante: “Mi Vida” hizo que por primera vez en todo el concierto la gente se animara, pero también que sacaran sus celulares para pasar la canción entera grabando, no me sorprendería si alguno dice que esperó el concierto entero nomás para eso, una vez que terminó el cover de José José la gente se volvió a apagar de nuevo. Con el perdón de la banda, pero su música es para escucharse con una bocina en la peda, en vivo no vale la pena.

Al terminar DLD ya no había a dónde más ir así que no quedó más opción que quedarme a Los Auténticos Decadentes , a diferencia de sus predecesores, los autores del “Tuta Tuta” si que pudieron encender a la multitud, que no dejaron de cantar ni una sola de sus canciones, incluyendo los covers de regional mexicano; además de lograr armar un círculo de slam mucho más grande que cualquiera de los que se armó a lo largo de la tarde. Con la presentación de los Decadentes el RockXLaVida se dio por finalizado, con saldo blanco y a mi dolido por perderme a cuatro de las 10 bandas que me interesaban.

Tratando de resumir toda la tanda del festival nos quedamos con:

Lo bueno:

  • El cartel en general
  • Diego Garza de Venado Meraki saltando y haciendo headbang sin dejar de tocar el violín
  • El setlist de Venado Meraki
  • Que Alzada hayan sabido adaptar su set a un festival de rock
  • El moshpit de Vaquero Negro
  • Que Ray Coyote tocaran Legalisten
  • La playera de Idles de Eduardo Piña de NTLV
  • Los tragos de bacacho y las lechugillas que ofrecieron NTLV
  • La participación de Los Peces Raros en el after party

Lo malo:

  • El minúsculo espacio del ElectroRock Stage
  • La limitada variedad de merch en los puestos
  • Los ridículos precios por la cerveza caciqueada y con hielo
  • Los horarios tan apretados y encimados (no lo digo solo por las bandas que me gustaban que no pude ver, en ediciones anteriores solo había dos escenarios simultáneos, además de dar más tiempo entre sets)
  • El apagado show de DLD, que rayaba con lo deprimente
  • La entrada del horario de invierno (esto es ajeno al festival pero pues le tocó coincidir)
  • Que Ray Coyote no tocaran Lazio Mandarín

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